A Mi No Me Gusta el Fútbol

Es algo que #TodoMundoSabe. El fútbol es una estupidez enorme, once tipos corriendo detrás de una pelota, extenuándose, sacando piernas hermosas y unos abdominales de película de Brad Pitt (acabo de ver una peli suya en la que no se quita la camisa, es raro, pero me gustó a pesar de eso).

En fin, que, como dije, y por si no queda claro: NO ME GUSTA EL FÚTBOL.

Ah nooooooooooo… ya van a venir ustedes a decirme que seguro que no me gusta porque el Perú hace 31 años que no va a un mundial y que lo mío es más bien un tema de vergüenza patriotera. Claro, no faltará aquel o aquella que (#LaTuyaPorSiAcaso) me refresque la memoria en mi cara recordando mis afiebrados post futbolísticos de cuando Perú quedó en tercer lugar en la Copa América hace poco. Ya, ya. Sí pues, soy inconsecuente… so what?

Pensándolo bien, en lo único en lo que soy consecuente es en ser inconsecuente… así que tan INconsecuente no debo ser…

En fin. Que no me gusta el fútbol.

Día viernes por la noche. Llego a casa en Piura con tremendo dolor de cabeza porque tuve un día tremendo y temía no llegar a tiempo al avión. Pero llegué. Toda la familia piurana reunida en la sala mirando el partido Perú – Venezuela. A mí, que no me gusta el fútbol, me dio lo mismo y me senté a la mesa a tomar un té con mi prima breves minutos. Ah, claro, iba ganando Venezuela 1 a 0. Primer mordisco de pan, gritos «gooooooooooooooooooool carajo». Hermosísima voltea displicente y dice «ah, bueh, como mínimo estando en Lima y jugando contra Venezuela, empataron». Seguí mordisqueando mi pan. «GOL – GOL – GOL». Menos displicente, hermosísima deja el pan y a la prima, y se sienta a ver el partido.

Sí, bueno, no me gusta el fútbol. En un momento determinado, cuando Venezuela atacaba, mis parientes decían «apaga la tele, salgamos en caravana a festejar y así por lo menos en nuestra tele ganó Perú«. Me pareció buenísima idea. Pero ganó Perú. Como no me gusta el fútbol, envié un sms a mi Susodicho que estaba triste en Lima echándome de menos diciéndole «Perú campeón mundial. Farfán (*) presidente». (* Farfán el autor de los dos goles). Ya, no sé si el Suso leyó el sms o estaba en las calles de Lima festejando el casi campeonato. Compréndalo. Es peruano.

No me gusta el fútbol. Ayer Perú – Argentina. Displicente me quedé trabajando y me subo al metropolitano a minutos de empezar el partido. Iba respirando (inhala – exhala) para no saber si el partido empezó o qué. «Mierda… falló». Todo el bus volteó a ver al calvo caballero que gritó (más que dijo) esa frase. Caballero voltea y nos dice «Pizarro falló un penal«. Los comentarios que se dieron en ese bus lleno de profesionales jóvenes que salían de sus muy serios trabajos, son irreproducibles.

Como yo soy de las que no les gusta el fútbol, pero es solidaria con la gente, sobretodo con ese grupito de veinteañer@s que no lograron entrar al estadio y subieron al bus con sus camisetas de la selección, encendí la radio de mi celular para que escuchemos tod@s el partido. Acababa yo de bajar del bus (junto a l@s veinteañer@s) y en eso: «GOL GOL GOL» la radio lo anuncia a grandes voces. Solidaria que soy, les dije a los chicos «GOOOOOOOOOOOOOOL«, y ell@s que se emocionan de nada, saltaron y corrieron por el pasillo del paradero gritando GOL DE PERÚ CARAJOOOOOOOOOOOOOOOO. Ains… adolescentes casi…

Bueno, ya sin excusas, iba caminando sola oyendo el partido, intercambiando miradas cómplices con otr@s treinteañeros que llevaban auriculares (yo no los uso, mucho menos mientras camino) y me parece que oían la misma estación que yo. Llegué a casa y en la purta, un narrador de radio dice un casi imperceptible: «gol argentino». Yo casi no lo entendí, lo repitieron para que me entere: gol argentino. Sin emoción y con tristeza. Apagué el celular, entré a casa, mi padre en la sala (y solo) miraba la tele y me dice «nos empataron». Así que me metí al facebook a hacer labores más edificantes, como por ejemplo recordar a la mamá de Pizarro y a toda su familia.

Menos mal que no me gusta el fútbol.

 

 

Bueno, como verás ya volví y el relato de mis vacaciones serán el día que ya todos saben.