Sopla el viento a través de los cristales ataviados de celosía verde, aprisionada artesanalmente entre marcos de madera que no resiste el paso de los años pero que intenta seguir de pie, pese a las polillas y a la humedad que la carcomen. El viento me eriza la piel trayéndome el sonido del mar en su romance con las gaviotas. El olor a sal húmeda me inunda. Aspiro hondamente y soy enteramente feliz.
Me deshago perezosamente de las sábanas que cubren mi desnudez y tomo conciencia de mi corporalidad. Escucho a mi cuerpo y lo obedezco, me levanto remolonamente y voy al baño, como todo ser material, animal y humano a la vez.
Entonces, cuando todo lo mecánicamente realizable, se realiza, tomo conciencia del tiempo y del espacio, y me acuerdo de ti. Estás ahí, dormido como un lirón, ni las gaviotas, ni el mar, ni el olor a sal, ni todo mi lento despertar silenciosamente atronador te ha merecido atención. Sigues durmiendo y soñando.
– Ay, esto le pasa a la gente que no ha tenido nunca casa frente al mar, y no aprecia la belleza y el lujo que esto implica.
Te digo al oído esta tontera de aristócrata empobrecida, y despiertas sonriendo. Me subo sobre ti.
– Ahora vas a aprender a valorar lo que es despertar frente al mar –te susurro-.
Y aprendiste.
Poseída por una repentina hiperactividad que nunca tengo, corro a la playa. Camino rápido por la orilla, mientras intentas alcanzarme. Cuando te das cuenta, ya estoy dentro, nadando como un pato. Ríes y me miras, como si me amaras de verdad. Y te animas a entrar.
– Dijiste que tus aguas eran tibias, esto está helado.
– Madiquitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… esto es vidaaaaaaaaaa –grito infantilizada y exultante-
Cuando me harto de nadar y el sol me quema, corro a tu encuentro.
– Ya tengo hambre.
– Ya era tiempo –sonríes-.
Compartimos el mejor almuerzo del mundo: pescado recién salido del mar, preparado en la casa de los pescadores de la zona, que me recuerdan, que te saludan y te sonríen.
– Ceviche y sudado para la señorita, ¿verdad? ¿Y el caballero qué toma?
– Déjeme probar del plato de la señorita y le digo.
Todo es bueno en esta “generosa tierra del sol”.
Caminamos a la casita, vieja pero completa, que la familia nos ha prestado para los dos solos, porque ya era hora de que pasemos un tiempo solos, nos lo merecíamos.
La siesta viene después del amor, siempre después.
Al despertar te veo en la hamaca, con ese libro que aún no acabas, y yo me pongo a tontear con la portátil, a ver qué pillo y si el internet inalámbrico funciona desde aquí.
Abro una hoja de Word y escribo este relato mientras el sol se va poniendo en el horizonte.
Pero ya vienes a buscarme, con mirada de pillo. Me acuerdo del vino blanco y de la cena que le encargaste a la mujer de Pedro. Hoy, todo fue perfecto.
Cierro el portátil.
*
*
*
UNA EXPLICACIÓN INDEBIDA
Este relato obedece a la iniciativa bloguera del amadísimo líder de opinión y respetadísimo Dessjuest, quien entregó la posta a Inspi, que se la dio a Bypills, que se la dio a Nergal, que se la dio a Miguel, quien tuvo el atinado gusto de dármela a mí.
Este día es más producto de mi imaginación calenturienta que de la vida real. Pero tenía ganas de echar a volar mi locura, a ver si George Clooney se anima.
Ahora me toca pasar la posta, y quiero hacerlo a alguien a quien leía mucho y que no me lee. No sé si funcione, pero sus relatos son tan hermosos que me gustaría volver por su casa para saber cuál fue su día perfecto. El chico se llama Driver, y le voy a avisar. Espero que se anime.
ACTUALIZO: He pasado la posta a DRIVER y si haces click AQUÍ, vas a ver que no me equivoqué…
Buen día. Perfectamente
calenturientopoéticojajaja… para que luego no me digan que hay cosas que se hacen solo de noche… 🙂
Cojo la posta prima Marga.
Para mí un día perfecto es aquel en el que un presidiario, al comienzo de una larga condena carcelaria, decide liberarse a base de regalar cuentos a niños.
Y lo consigue.
Y se libera.
Y eso.
…
Besos prima Ma (Ma de Marga y Ma de Madre)
Gracias primo Dri… Estoy segura que saldrá algo hermoso. besote.
¡Ey! Perfecto día, digno de Hermosísima. Y si no ha sido así, George se lo ha perdido.
Un beso (calenturiento). Todo se pega y no tengo intención de tacharlo.
Pues ya sabes cómo es George, y que no solo Bypills y yo andamos detrás de él, pobrecito… casi agobiado de tener que dar tanto sesso imaginario a
calenturientasblogueras y demases… déjalo…Besote sin calentar, que la parienta inspira respeto…
¿Tú ves como eres? Cuando yo quito el casto, te envuelves tú en él. Así no va a ver forma, te lo digo ya. Jajaja.
jajaja… sí me lo habían dicho antes, no te creas que eres el único 😛 jajaja
«Entonces, cuando todo lo mecánicamente realizable se realiza, tomo conciencia del tiempo y el espacio, y me acuerdo de ti». Pero no antes… Aquí, el orden de los factores sí altera el producto 🙂
Pero me quedo con el primer párrafo: «Sopla el viento a través de los cristales ataviados de celosía verde…». Un arranque perfecto.
Un abrazo.
Es que imagínate, hay que cepillarse los dientes como mínimo antes de darle los buenos días a alguien…
—Déjeme probar del plato de la señorita y le digo… ¿Un chuletón podría ser?
Los pescadores se sienten ofendidos, tú le recriminas su falta de sensibilidad y se jodió el día.
Besos.
No me conoces, si está conmigo es porque ya ha demostrado antes no ser un imbécil esférico… solo un imbécil total arruinaría de esa manera una playa hermosa y una excelente compañía…
Digo que no me conoces, porque si resultara ser un imbécil, yo estaría igual de feliz de haberlo descubierto…
Vaya, perfecto este día perfecto, a mí me conquistaste con el pescado, no debe haber muchos placeres mejores que un buen pescado fresco bien cocinado, me encanta 🙂
Luego la verdad es que el resto acompaña, esos días merecería la pena vivirlos una vez en la vida.
Voy a ver el de Driver, besos guapa.
El pescado es de lo mejor, ayer con las fotos del día perfecto de Miguel casi colapso del antojo de pescado… ains..
Acojonante el Driver 🙂
Hasta la ofincina me ha llegado la sensación de olor a mar y de despertar en la más absuluta belleza frente al mar.
He cerrado los ojos y he pensado, que yo daría mi mano ahora por estar ahi…
Besitos guapa!!
qué lindo comentas guapa… me hiciste suspirar y todo…
mmmmm! Al final casi todos buscamos lo mismo en un día perfecto, amor y paz, sonrisas y complicidad. Aaaaay! me hiciste suspirar.
Por cierto, decepcionada y tristona me hallo, juro que antes de entrar pensé que igual me caía el día perfecto. Voy a ir a leer al que ha ocupado un lugar que sin duda me pertenecía jeje, pero me debes una.
Muchos besos Marga guapi
Evidentemente eras mi opción natural, pero a veces provoca retar a la naturaleza, así que me dije, oye, el Driver hace cuentos, este tema le inspirará, y le salió muy lindo, al menos a mí me lo pareció…
Gracias por pasarte por aquí, te echaba de menos…
…lo del «ceviche» hace días que lo persigo Marga (como era la receta?)
Vengo a saludarte y a decirte que sigo con el reto grrrr …¿era de Pepsi?
…pues pensé que tenía que ser real vamos como la vida misma ¡qué corte! jajajaja
PD …yo creo que todas las mentes tienen la misma temperatura … 😉
Besos Marga!!!
La verdad es que el relato habla de un día perfecto en todos los sentidos.
Saludos y un Abrazo 🙂 .
Hace tiempo que no escribes, ¿va todo bien?
Besotes.
Acabo de volver a escribir. Todo bien. Gracias por preguntar 🙂